Hoy un día diferente, me desperté pensando en mi pantalón del trabajo que tengo que lavar, ya que a diario se ensucia, de grasa, pintura y polvo, y me encuentro sentado entre cuatro paredes, mirando por mi ventana el inicio de la mañana, asomándose los primeros rayos del sol.
contemplo por unos minutos un rayo del sol, y a lo lejos escucho el canto de un ruiseñor, el cielo es tan azul con pequeñas nubes blanca, sin asomarse y sin sentir, una tajada de aire, ya que la mañana esta tierna y fresca, de repente, pasa sobre el cielo azul, una parvada de loros verdes, haciendo su sonido peculiar, llevando el orden de jerarquía en su vuelo, demostrando al cielo, que es libre para volar donde el líder los lleve a contemplar su gran vuelo y vida.
por unos minutos, me sentí parte de esa parvada, volando con la mayor libertad y admiración, por el gran cielo azul sin limites y fronteras, de repente, una tajada de aire frío entra por mi ventana, me dejé llevar, abrí mis brazos, cerré mis ojos, mi mente empezó a volar, miré las casa bajo mi pequeño cuerpo, con la mayor libertad de vuelo
seguí en el vuelo mas excelente en toda mi vida que era tiempo de aterrizar en un árbol para poder descansar de ese gran vuelo con elegancia y elocuencia, sentí como mis pies tocaban un gran tronco, mirando a mí alrededor, para contemplar las maravillas de la vida y de los demás, con el gran propósito esperado
en eso escuche como el aire me decía, tu tiempo de enseñanza se ah acabado, y si aprendiste a volar y aterrizar con esta visón, aplícalo a tu vida, para que puedas enseñar, que volar con disciplina te enseñara, para que tengas una buena planeación y disfrutes de ese gran vuelo con pasión y amor. -mic-
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