jueves, 5 de septiembre de 2019

UN AMOR NÁUFRAGO.



Mis días son placenteros, a comparación de las noches frías en cuatro paredes; la luna se refleja a través de mi ventana con su gran luz cálida llena de pasión por ser devorada por tan oscura noche.
Letras pasan en mi mente con el susurro del viento, arrojando el amor claudicado eh incierto de juventud, que con el paso del tiempo se recuerda y sale reluciendo de mi memoria oculta, sin ser borrado, con cada minuto vivido con desborde de pasión.
inició cómo una fragancia que duro casi una vida; hermosos son los ojos  grandes y llenos de emoción por ser devorados por el amor libre y desinteresado de juventud, que solo quisieron vivir hasta el limite, con la gran empatía de vida y la pasión de su tiempo y a tiempo.
Internet, intrumento edificativo cuando se utiliza con gran respeto y cuidado.
Una mañana navegando por tan concurrido servicio por cada humano, me encontré unos ojos grandes, profundo y llenos de alegría a la vida, que un simple hola despertó la curiosidad en mi ser, la ciudad fresca llena de matices en cada entorno, el ruido descomunal, pero ese hola, puso en modo silencioso todo el lugar y solo se escuchaba dos corazones, con curiosidad por saber uno del otro a la realidad.
la realidad fue creciendo a una verdad, con grandes platicas de vida con interés, despertando aun mas la elocuencia del corazón, siendo la belleza un motivo que impacto en mi ser; pero con gran platica tan amena y concurrida, llegando a una sola pregunta para cerrar realidad y consumar una amistad de internet;  te invito a comer? dije, quedando unos minutos en silencio, y con un de repente ¨si¨ sobre la pantalla,  quedando una cita, pactada en un lugar concurrido y ameno de alimentos. 
llegando la hora para la reunión de corazones en el lugar de mutuo acuerdo, con alegría mi corazón queda en saber que me miraré en tan grandes y hermosos ojos, con entusiasmo llega mi alma al encuentro, mi corazón latiendo, cómo una locomotora de vapor, recorriendo sus vías por llegar a su destino sin obstáculos alguno.
el momento tan esperado llego, cómo tan esperado es que llegue la luz de día en la oscuridad; ver tan hermosa, y resplandeciente belleza de mujer, con elocuente sonrisa;  pronunciando con delicadeza su nombre; con tan deslumbrante sonrisa y perspicaz; sentí cómo el mundo se detenía para contemplar y grabar el momento a una eternidad en mi galaxia infinita, llenando de matices de colores resplandecientes y vivos con éxtasis de amor.
La oportunidad de vivir un amor de juventud es inigualable, que los matices de colores cambian para ser sorprendido con delicadeza y amor, realizando un cambio en la galaxia del interior, dejando gran marca para el resto de vida, con una gran enseñanza de un amor náufragado.
el día se hizo ameno con una gran conversación, que los alimentos fueron servidos con paciensia, y que al termino de servir, el hambre desapareció sin dejar rastro alguno; cómo el agua en el sediento desierto; el horario concurrido por una multitud, que al momento de conversa y comer a su vez, no tenía vista para algo mas, solo estar reflejandome en tan bellos y delicados ojos, grandes, profundos, llenos de vida y alegria por el amor; que con solo su precensia bastaba en ese lugar, que la amiga de trabajo que estaba a su lado ni importancia tenía en ese momento de lucides en mi ser. 
la hora de terminar y despedirse fue lo mas triste en ese crucial momento del restaurant y el saber si volvería a verla, quedaría en sus manos, una decisión que podría durar horas, días o semanas; nos despedimos con un solo beso de cortesía y cordialidad, y sentir su delicada piel tersa, y perfecta sobre mi mejilla, fue el momento mas importante para mi, realizando en mi galaxia existente un encendido de luz que titilaba con exaltación, sin ser opacada por las demás. 
salí del restauran con audacía, emoción y valentía, para seguir buscando con cautela y sin presionar; no paso mucho tiempo, que a los treinta minutos recibí un mensaje de Gracias por asistir y que le había pasado muy bien, aunque estaba mi compañera de trabajo, comiendo con nosotros. 
El tiempo es un buen aliado para todo humano, que a su vez enseña, con paciencia, tolerancia uno con el otro, aun así, si fuera una primera cita entre dos extraños; y ese tiempo fue de enseñanza a mi corta vida, el sentir un éxtasis de adrenalina directo al corazón sin aviso de prevención.